miércoles, 13 de agosto de 2014

El alzheimer también altera las emociones

Los problemas de memoria que provocan esta patología, van acompañados de un gran desgaste emocional de los cuidadores, quienes, son generalmente miembros de la familia del paciente


El Alzheimer es una enfermedad que está asociada con la edad. A medida que pasan los años, mayor es la incidencia de la patología. A medida que avanza, además de irse deteriorando las funciones cognitivas -como fallos de memoria, atención, concentración, capacidad de hacer un análisis y de emitir un juicio-, se va alterando también el comportamiento del paciente.
Ese es uno de los problemas más importantes que padecen la familia y los cuidadores, lidiar con la persona que uno quiere mucho. En nuestra cultura todavía tenemos la costumbre de tener a la familia como cuidadora principal de nuestras personas mayores. Raramente tenemos un cuidador experto para realizarlo. Entonces, es la hija, la nuera,  la sobrina o la nieta, quien cuida al abuelo o a la abuela.
Es necesario tomar conciencia sobre lo que implica atender constantemente a un paciente con Alzheimer y el desgaste emocional que esto implica. El cuidador tiene que atender al paciente, “velar por un bebé de un tamaño importante, a quien hay que cambiarlo, bañarlo y prepararle las comidas. Todo esto hace que el cuidador se fatigue, sobresaturando su organismo”
Cuando los cuidadores son familiares del paciente, el campo de las emociones se ve vulnerado. “Para ellos es mucho más difícil, porque hay un compromiso emocional: es mi abuelo, es mi papá, es mi tío, al que siempre he querido, al que le tengo respeto, el que siempre me ha tratado bien y repentinamente tiene una conducta que puede ser agresiva. En estos casos resulta complicado poder ver a la persona solo como un paciente y dejar de lado el ámbito emocional. Por ello, puede ser común tener respuestas impulsivas que generen culpa y conlleven a respuestas ansiosas por parte del cuidador”
Para aliviar esta carga emocional existen la posibilidad de  la administración de fármacos. Pero en estos enfermos existe el problema de que que tenemos con pacientes muchas veces rehúsan a tomar la medicación oral, escondiendo o escupiendo las pastillas, esto se puede prevenir utilizando parches. El hecho de poder eliminar una, dos o cuatro tomas y cambiarlas por un parche, es un avance muy importante para el paciente y su cuidador. 
El paciente mayor por lo general está polimedicado, bien sea porque es hipertenso, diabético o sufre de otra patología. Los parches se colocan cada 24 o 48 horas en cualquier parte de la espalda, o en la parte superior de los brazos o en el pecho, eliminando la necesidad de recurrir a la toma oral y facilitan la adherencia al tratamiento.
Cuidados para quienes cuidan
Los cuidadores tienen que preocuparse por su salud: presentan el doble de asistencia al médico, comparados con los que no son cuidadores, se enferman el doble que los no cuidadores y también se deprimen el doble. Desarrollan trastornos de ansiedad, fatiga y además suelen presentar problemas de columna si no saben manejar a los pacientes.
En estos casos la familia debe estar integrada y compartir las responsabilidades alternativamente ya sea diaria,semanal o mensualmente.  Del mismo modo, lo más aconsejable es realizar  ejercicio, tomar un buen descanso en su tiempo libre, llevar una vida independiente del rol de cuidador, y muy importante mantener las redes de apoyo y una vida social activa y saludable

No hay comentarios:

Publicar un comentario